Entendemos como conciencia al conocimiento del bien y del mal para poder enjuiciar moralmente la realidad y los actos, el sentido moral o ético propio de una persona. El conocimiento claro reflexivo de la realidad. La actividad mental del sujeto que permite sentirse presente del mundo y en la realidad.
Sobre la conciencia: En julio de 2012 científicos importantes de diferentes ramas de la neurociencia en la Universidad de Cambridge, celebraron la conferencia Francis Crick Memorial, que trató sobre la existencia de la conciencia en animales humanos y animales no humanos, llegaron a un consenso y hacen una declaración para el público que no es científico…
“Es obvio para todos en este salón que los animales tienen conciencia. Así le queda claro a personas que aún dudan de este hecho, muchos amantes de los animales los sabíamos desde siempre y los sentíamos como parte de nuestras vidas”.
La conciencia no es exclusiva de los seres humanos; los caballos también poseen su propia forma de conciencia, aunque diferente a la nuestra. A diferencia de nosotros, en la conciencia del caballo no existe el concepto de "hacer el mal". Su agresividad, cuando se presenta, está relacionada con la defensa o la búsqueda de recursos, y no con una intención de dañar. Los caballos poseen un sentido de sí mismos, un "self" o sentido de existencia, aunque este se manifiesta de manera distinta a la autoconciencia humana.
Consciencia: Es la capacidad de reconocer la realidad que nos rodea. Conocimiento inmediato que el sujeto tiene de sí mismo, sus actos y reflexiones. Acto psíquico por el que un sujeto se percibe asimismo en el mundo. Conocimiento reflexivo de las cosas. Este es nuestro concepto y a veces lo confundimos con la conciencia.
¿Somos autoconscientes? ¿Nos damos cuenta de lo que somos, de lo que nos pasa y lo que pasa a nuestro alrededor? Así debería de ser, pero las personas no somos tan conscientes y no sabemos dónde está nuestro cuerpo. ¿Hasta qué punto estamos muy conscientes nosotros?
Estamos conscientes de la naturaleza que nos rodea. Un caballo sí, y tiene apreciación de lo que pasa a su alrededor, está más consciente que nosotros. Dejamos de estar consciente y nos ponemos por encima de los animales, lo queremos coger todo, incluso a ellos, todo lo agarramos con esas manos que se asemejan a las garras de cualquier depredador, usaremos nuestras manos con los caballos para acariciarlos, masajearlos, rascarles y calmarlos.
Los animales son conscientes de sí mismos, los que viven en el grupo saben lo que piensan los demás y actúan coordinados. Podemos decir que es un tipo complejo de conciencia y será distinta dependiendo de si se ha criado en manada o se ha criado con personas.
¿Cómo te haces interesante para un caballo?
¿Cómo te haces interesante para las personas que amas, cuidas y educas?
Lola Hernández Gallardo
Consejera Familiar y Educativa
Fundadora y moderadora del Grupo de Fortalecimiento para Adultos: Si me cuido te cuido mejor (https://www.lolahernandez.org/grupo-cuidadores).
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