No puedo proporcionarte una solución a las situaciones difíciles que enfrentas en tu vida, las cuales pueden ser varias además de uno o múltiples diagnósticos de tu hijo o hija. No siempre tengo respuestas precisas para todas tus preguntas. No soy quien para decirte qué debes hacer o no con tus hijos, tus hijas, tu familia, su cuidado y educación, o qué decisiones tomar para cambiar tu vida.
Lo que sí puedo hacer es compartir mi experiencia como madre, maestra y acompañante de familias. Desde esta trinchera, con todo lo que me ha formado y transformado, puedo acercarte herramientas, ideas, puntos de vista y, especialmente, acompañarte amorosamente y sin percibirte como víctima, para que la llama de la esperanza no se apague en ti.
Deseo que nos acompañemos en este camino de vida, que a veces da miedo y otras provoca frustración e impotencia. También puede generar un profundo sentimiento de soledad, tanto por el aislamiento social como por la decisión del auto-aislamiento. Deseo que comprendas que soltar a tus hijos con autismo no significa dejar de amarlos o ser una mala madre, un mal padre o una mala cuidadora. Tampoco implica perder el sentido de la vida al hacerlo; por el contrario, significa amarlos y querer que se sientan vivos, capaces, libres, productivos y amados.
Amar a los hijos no significa hacerlo todo por ellos ni evitar que enfrenten retos importantes y vivan las consecuencias de sus acciones. Más bien, implica brindarles contextos variados que los empujen a engrandecer su comprensión del mundo, acercarles herramientas para que desarrollen habilidades que les llevarán a ser autónomos en diferentes áreas de su día a día. Amar significa ver su grandeza, su potencial y su capacidad de sentirse parte del planeta que habitan. Amar a los hijos e hijas es soltar el control, dejar de sobreprotegerles para que desplieguen sus alas y se den cuenta de su capacidad de volar solos o solas, y yo estaré observando, lista para ofrecer una mano solo si la necesitan.
Soltar a los hijos es amarlos y confiar en el trabajo que hemos hecho como madres, padres o cuidadoras. Significa confiar tanto en lo que les hemos enseñado que les permitimos experimentar la vida terrenal con todas sus capacidades y si ellos y ellas no lo hacen "bien" no es porque fallamos sino porque somos humanos capaces de equivocarnos y buscar ayuda ayuda para intentarlo de nuevo de una forma diferente.
Soltar a los hijos es recordar que las buenas madres son aquellas que crían y educan a sus hijos para que no los necesiten o los necesiten en la menor medida posible."
Lola Hernández Gallardo
Consejera Familiar y Educativa
Creadora y moderadora del grupo de cuidadoras y cuidadores de personas con autismo: Grupo de Fortalecimiento para Adultos: Si me cuido te cuido mejor https://www.lolahernandez.org/grupo-cuidadores
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