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Tus pensamientos te limitan


El problema no es con nuestro cerebro. El problema es nuestra mente cuando la limitamos a lo que conocemos, lo que nos enseñaron y que finalmente, terminamos convirtiéndolo en “nuestra verdad”. 


Lamentablemente eso que asumimos como “nuestra verdad”, es lo que intentamos transmitir a nuestros hijos y estudiantes para convertirlos (sin querer) en mentes limitadas que repiten y amplían nuestras conductas erróneas. Así se repiten los patrones y se va deteriorando la humanidad; saturada de creencias, de pensamientos lineales que solamente ven dos o tres opciones para solucionar las situaciones difíciles. 


Nos comportamos como humanos con mentes que piensan que “más vale viejo por conocido, que malo por conocer”. Así nos vamos quedando estancados en el mismo lugar, con la mismas personas y/o situaciones en las que ya no soportamos estar, pero decidimos quedarnos por el pavor que le tenemos a lo desconocido. 

En pocas palabras: ”somos hombres de poca fe; con una fe tan limitante y pequeña que no rebasa el tamaño de una semilla de mostaza”. 


Muchos sabios de la antigüedad nos han venido repitiendo que lo desconocido es el mundo de los milagros, de la magia, del paraíso. Lo desconocido es la dimensión en la que todo es posible; siempre y cuando, nuestra mente necia y cerrada, se abra al mundo de las mil posibilidades.

El día de hoy te invito a observar eso a lo que llamas tus “problemas” o situaciones por resolver.


Observa cuántas opciones le da tu cerebro a cada uno de ellos para solucionarlos… ¿Cuántas posibilidades contemplas? Si eres capaz de pensar en un número de soluciones específico (2 o 3), estás funcionando desde tu mente limitada, sin esperanza y con una fe falsa. Atrévete a aceptar que no siempre tienes la solución, que estás perdido(a) y que necesitas reinventarte con una mente diferente para entender que lo impensable e inimaginable, es tu mejor posibilidad de solución...

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